Introducción
La ciudad se puede definir como un espacio social y urbano, donde las personas tienen la oportunidad de interactuar y comunicarse entre sí. Estos espacios presentan una gran diversidad de formas, dimensiones, funciones y características ambientales. Sin embargo el espacio público es percibido como un vacío “con forma”, es decir conformado por la edificación y elementos que lo moldean, ya sean espacios de circulación y tránsito, recreación y deporte, reunión e interacción social, contemplación y disfrute del paisaje y la naturaleza, etc..
En este sentido, la ciudad permite una aproximación multidisciplinar donde se pueden desarrollar estrategias de enseñanza/aprendizaje, en las que el ciudadano tenga una participación activa respecto de la historia, el arte, la cultura, el medio ambiente y las relaciones cívicas, entre otras.
La utilización de la ciudad como recurso didáctico implica desarrollar estrategias en las que el ciudadano sea algo más que un mero espectador y se implique en la construcción del conocimiento, convirtiéndose en el protagonista de su aprendizaje. Esta actitud de responsabilidad va a depender en gran medida de su motivación para aprender significativamente, pero también de que la intervención que se lleve a cabo propicie que los ciudadanos puedan desarrollar sus capacidades de observación y percepción, así como su madurez intelectual para valorar su entorno y su comunidad sintiéndose parte de ella.
Sin embargo, a pesar de todo lo que se puede aprender y adoptar en el ambiente de la ciudad, no todo lo que se aprende es bueno, debido la gran demanda poblacional, la diversidad cultural, las problemáticas sociales que hoy día afectan el desarrollo de la ciudad, como son la violencia, la delincuencia, la inseguridad, los antivalores, etc.
Es por esto que las ciudades de aprendizajes también conocida como ciudades educadoras son un modelo de buenas practicas a seguir, que buscan promover y concienciar sobre la importancia y el cuidado del medio ambiente que les rodea, además el bienestar económico y social que influye y favorece en su desarrollo.
Desarrollo:
La UNESCO define una ciudad del aprendizaje como una ciudad que: moviliza de un modo efectivo sus recursos en todos los sectores para la promoción de un aprendizaje inclusivo desde la educación básica a la superior; revitaliza el aprendizaje en las familias y las comunidades; facilita el aprendizaje para y en el lugar de trabajo; amplía el uso de modernas tecnologías de aprendizaje; mejora la calidad y la excelencia en el aprendizaje; y fomenta una cultura de aprendizaje durante toda la vida.
Las ciudades de aprendizajes dejan evidenciado que no solamente es responsabilidad del Ministerio de Educación, La Escuela o El Docente que los individuos adquieran competencias, desarrollen sus capacidades y obtengan aprendizajes, sino que en el mismo ambiente donde se desarrollan e interactúan con los demás pueden adquirir conocimientos, conductas y buenos hábitos.
Por consiguiente, es necesario expandir los propósitos y objetivos de desarrollo sostenible, hacer un llamado general al cambio que se pretende lograr, para que de esta forma se logre reducir los malos hábitos y las malas acciones que tanto daño hacen al entorno ambiental y social en el que se encuentran. Es por esto que es responsabilidad de todos construir ciudades de aprendizajes que contribuyan a un desarrollo sostenible y velar porque los resultados sean positivos.
La Ciudad Educadora debe tener como finalidad primordial la construcción ciudadana organizada, autónoma y solidaria, capaz de convivir con la diferencia y de solucionar pacíficamente los conflictos. Esto reivindica lo colectivo y lo público, lo político y lo ético, lo educativo y lo social, y busca la modernidad, haciendo uso de la educación como fenómeno comunicativo colectivo y aceptando que cada uno de los alumnos y alumnas poseen una necesidad educativa especial que pueden ser atendidas en diferentes escenarios y por todos los agentes sociales.
Conclusión:
Para concluir cabe destacar que todos somos arquitecto de nuestros propios aprendizajes, el bienestar del futuro está en nuestras manos y con las acciones de las ciudades de aprendizajes nos podemos beneficiar todos y todas.
Fuentes Bibliográficas:
https://www.uil.unesco.org/es/ciudades-del-aprendizaje
https://avances.adide.org/index.php/ase/article/view/612/505#content/citation_reference_15
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